Cuando se habla de la trilogía de la venganza, nos es inevitable pensar en las reconocidas películas de Park Chan-wook, pero existe otra trilogía de la venganza, es televisiva y esta formada por los kdrama; Resurrection, The Devil y Shark del director Park Chan-Hong y la guionista Kim Ji-Woo.
Estas series nos presentan protagonistas torturados y perseguidos por sus pasados, personajes en busca de venganza, redención y perdón, y la venganza como un “plato que se sirve frió” que les autodestruye, que corrompe su alma, y destruye todo a su alrededor, pagando por ello culpables e inocentes.
La primera de ellas, “Resurrection” (tambien conocida como Rebirth), es un complejo y enrevesado k-drama, sobre la venganza, aunque como no, no puede faltar un toque romántico por medio, que a pesar de estar muy presente, se queda relegado a un plano algo mas secundario, para dar paso al drama y suspense que genera el plan que traza nuestro protagonista para lograr su venganza.
Emitido por la KBS en el 2005, compitiendo con "My mane is Kim Sam Soon", quien se llevo los mayores ratings, "Resurrection" pronto se convirtió en una serie de culto en Corea del Sur gracias a sus fans mas acerrimos que capitulo tras capitulo sufrían con la historia de Haneun, un personaje que se adentra en un viaje hacia la oscuridad mas profunda en su camino hacia la venganza.
Haneun es un policía obstinado que se ve envuelto en la investigación de un suicido que lo llevara a descubrir su propia identidad, un caso que se conecta con su pasado y que solo le llevara a la destrucción de su alma
La venganza es un arma de doble filo, por lo que en el proceso nuestro protagonista también sale herido. Quiere infringir el sufrimiento y dolor a los que destrozaron su vida pero por el camino le es inevitable infringir daños colaterales, hacer sufrir a inocentes, rompiéndose poco a poco su corazón. Pero a pesar de que en ocasiones le es imposible soportar el dolor y la culpa, ha emprendido un camino sin retorno al “infierno” y seguirá adelante hasta el amargo final.
La delgada línea entre el bien y el mal en esta clase de historias de venganzas, es fácilmente atravesada por unos y otros, por lo que no hay una clara diferencia entre los buenos y malos, y entre lo correcto e incorrecto. Por lo que vemos a nuestro héroe en más de una ocasión cruzar este límite, dañando en su venganza tanto a culpables como inocentes, y a los “malos” de la función, realizar alguna que otra acción desinteresada.
Dividido en 24 episodios de poco más de una hora, este excelente k-drama, tiene una muy buena historia perfectamente desarrollada e hilada, con sus continuos giros argumentales y cliffhangers sorprendentes, y unos personajes ambiguos y muy carismáticos, en los que destacan como no, su protagonista interpretado por Uhm Tae-Woong (Equator Man, Dr Champ), que con su habitual inexprisividad pero su intensa mirada, tiene el difícil papel de interpretar a un hombre torturado al que le corroe el odio y el espíritu de la venganza, y que se siente obligado a ejecutarla, a pesar que en más de una ocasión dude de sí mismo y sus actos, sufriendo por ello una gran angustia por su comportamiento, ajeno a su naturaleza humanitaria.
Como la vida misma, y la cruda realidad a nuestro protagonista las cosas no se le ponen fáciles para desenmascarar a los causantes de todo sus sufrimiento y el de su familia, y es que la verdad y esperanza no siempre triunfa en este mundo y sociedad corrupta, por lo debe recurrir a todo tipo de artimañas deshonestas y rebajarse a su nivel, para desenmascarar a estos “poderosos” capaces de todo por riqueza y poder, aunque esto le cueste su alma y su ruina.
Lo que un día fue un hombre recto y feliz, pronto se convertirá en un hombre vengativo, capaz de abandonar sus juicios y sus creencias, de olvidar lo que es correcto e incorrecto, capaz no solo de convertir la vida de sus enemigos en autenticas pesadillas, sino la suya y la de sus seres queridos.
A destacar también entre otros Kim Yoon-seok (The Chaser, The Yellow Sea) en unos de sus pocos papeles televisivos, que gracias al carisma del actor sobresale y en ocasiones eclipsa a nuestro protagonista, a pesar de su papel secundario, como un ex-estafador que ahora sigue el buen camino, y que ayudara a nuestro protagonista a ejecutar su venganza.
También sobresalen las protagonistas femeninas Han Ji-Min (Padam Padam, Rooftop Prince), So E-Hyun (Swallow the Sun, 3Days) y una joven Lee Yeon-Hee (Miss Korea, Ghost)
La dirección y puesta en escena de “Resurrection” a pesar de tener un aire muy televisivo, muy propio de esta epica, cuanta con tomas de gran destreza. Movimientos de cámara vertiginosos, una fotografía que juega con las sombras, primeros planos sugestivos, … e imágenes que dicen mas que mil palabras, llenas de gran belleza y simbolismo (como esa escena final en el que nuestro protagonista, tras su viaje a la oscuridad que lo destruye y le convierte en un ser triste y vengativo tiene que emprender otro hacia luz que quizá le vuelva a convertir en la persona optimista y sonriente que era al principio).
La segunda parte de esta trilogía de la venganza es “The Devil” (o The Lucifer), el mejor kdrama de los tres, y quizá mas completo y complejo, ya que no tenemos como absoluto protagonista al pepretador de la venganza, sino al destinatario de la venganza, así pues estamos ante un drama psicológico inquietante y perturbador que aborda no solo la venganza, sino la redención y el perdón.
Mas oscura, y con mas tonos grises en términos del malo y el bueno, este kdrama se centra en el peligroso juego del gato y ratón en el que se ven envueltos un abogado y un detective que están tragicamente conectados por su pasado.
“The Devil” a diferencia de “Resurrection” nos presenta a un vengador como “el malo” y a la victima de la venganza como “el bueno”, en un principio se nos he mas fácil simpatizar con Kang Oh-Soo con un sentimiento de culpa y necesidad de redención y perdón, ya que desde el principio se nos presenta sus imperfecciones, sus demonios y debilidades, su sufrimiento y sentimientos, en cambio Oh Seung-Ha, es un personaje mas frió e implacable, que ha dejado de lado sus sentimientos para centrarse en la venganza. No es hacia al final, y cuando nos vamos adentrando en la historia y “la verdad”, cuando vemos su lado humano y su debilidad.
Son dos almas autodestructivas y destructivas, les persiguen sus demonios, sus pasado, a causa de “un error” y una serie de mentiras viven atormentados.
Uhm Tae-Woong vuelve a ser el protagonista de la historia, pero en esta ocasión es la victima de la venganza y no el ejecutor. Con su habitual mirada intensa y llena de profundidad, nos emociona y encandila con su interpretación de Kang Oh-Soo, un joven muy emocional que intenta expiar sus pecados conviritendose en policía. Es un personaje en busca del perdón y torturado, siendo adolescente comete un crimen por el que nunca se ha perdonado, por el que se vera envuelto en el macabro juego de Oh Seung Ha, un juego que pondrá a descubierto sus oscuro pasado y que poco a poco ira destrozándolo psicologicamente.
Oh Seung-Ha (Ju Ji-Hoon (Medical Top Team, Goong)) impulsado por el dolor y por la injusticia "vende su alma al diablo" para tomar venganza. Es un hombre reservado falto de emoción y sentimientos, es incapaz de ver sus propios grises y los del mundo, tiene la percepción del mundo en blanco o negro. Le ciega la venganza convirtiéndose en un ser devastador, una mente enferma y retorcida que le llevara a la locura y la agonía.
El personaje de Seo Hae-In (Shim Min-A (My Girlfriend is a Nine-Tailed Fox, A Love to Kill )) es “puro” e inocente, el contrapunto de ambos protagonistas trágicos y oscuros, y el que hace relucir la humanidad de Oh Seung-Ha y el lado mas trágico y torturado de Kang Oh-Soo
Ya sea por la presentación y desarrollo de los personajes o por la interpretación de Uhm Tae-Woong que eclipsa a un inexperto Ju Ji-Hoon, la dualidad que nos pueda presentar la historia, ¿quien es el verdadero diablo de la historia?, ¿debe perdonarse un crimen atroz?, ¿tiene derecho a recomponer su vida un asesino?,... se pierde porque a pesar de los crímenes del pasado de Kang Oh-Soo, es mas fácil conectar con este, ya que solo él desencadena emociones y provoca sentimientos con su actuación llena de emoción e intensidad. La frialdad del personaje de Ju Ji-Hoon, Oh Seung-H, nos provoca indiferencia hacia sus motivaciones, incluso hasta que se nos presenta algo de humanidad, hacia el final, nuestro mayor sentimiento hacia el es repudia.
La serie también tiene un toque de critica social, la corrupción judicial, y como los poderosos pueden manejara a su antojo, y el bullying escolar, como afecta a victimas y ejecutores como es ignorado o encubierto por la sociedad que mira hacia otro lado y no lo ve como un serio problema que atacar.
“The Devil” y “Resurrection” comparten mas semejanzas de lo que podamos imaginar, y no solo en el tema de la venganza como arma de doble filo, que destruye todo lo que toca, sino el tema del perdón también presente en “Resurrection” pero sin tan profundidad como en “The Devil” que se presenta en primer plano.
"Shark" (también conocido como Don't Look Back : The Legend of Orpheus) es la tercera (y última) entrega de la trilogía de la venganza del director Park Chan-Hong y guionista Kim Ji-Woo, que produjo también la KBS en el 2013, siete años después de "The Devil."
Es la parte que mejor apartado técnico posee (ayudado por la experiencia, el presupuesto y las nuevas tecnologías fílmicas), la que mayor critica social y política tiene, pero también es la mas tediosa e insatisfactoria en su evolución y resolución. Lo que no la convierte en un mal kdrama, si se tiene paciencia ya que tiene un desarrollo muy lento, pero si en el peor de la trilogía.
"Shark" tiene los elementos de las otras dos series, suspense, romance (en mayor grado que las anteriores), oscuridad, muchas emociones, intensidad, y un antiheroe trágico y torturado al que le mueve la venganza, a lo que se les añade una mirada critica a la historia y a una de las epocas mas oscuras de la historia de Corea del Sur, la dictadura, lo que la hace a priori mas interesante, compleja y oscura, pero por desgracia no es así, a causa del desarrollo de la historia y personajes complaciente, el ritmo lento y un final inexplicable.
Los tiempos cambian y un protagonista que se mueve entre la fina linea del bien y el mal parece no estar tan bien visto, por ello parece que nuestro protagonista no tiene la fuerza para realizar su venganza, se mueve mas por la tragedia y el amor que por la oscuridad y la venganza.
Sus sentimientos hacia su primer amor, quizá es lo que le impide perpetrar “cruelmente” su venganza de convertir la vida de esta en una miseria a causa de su venganza, o quizá sea un personaje que no posee la fuerza y endereza para realizarla, pero ese no es el mensaje que trasmite la serie, sino mas bien parece una imposición de los tiempos que corren, del cambio que ha experimentados los kdramas (en general mas complacientes con el publico) mas propensos a los “finales felices”, al “perdón”, a presentar héroes mas “blancos” y a “humanizar” incluso a los villanos mas despiadados (e imperdonable).
En ausencia de Uhm Tae-Woong, tenemos a Kim Nam-Gil (Bad Guy, The Great Queen Seondeok ), un actor también muy intenso y carismático, como el antiheroe trágico de la historia, al que le acompañan, entre otros, Son Ye-Jin (Spotlight, Personal Taste), la chica de la función. La serie aunque no fue un éxito en rating, fue la que peores tuvo de esta trilogía, convirtió a su pareja principal, Kim Nam-Gil y Son Ye-Jin, en una de las mas aclamadas, y deseadas, posteriormente protagonizaron una película juntos.
Aunque no es tan intensa como "Resurrection", ni tan retorcida como "The Devil", "Shark" es una excelente serie, critica, trágica, bella y melancólica, la parte de la trilogía donde el romance cobra mas protagonismo que la venganza, la mejor técnicamente, pero también la mas convencional y lenta.
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