lunes, 27 de enero de 2025

ENTRE PLATAFORMAS Y KDRAMAS.

 


El 2024 ha acabado y ha dado mucho de sí en cuanto a kdramas y series asiáticas en plataformas occidentales. He aquí los puntos más importantes, a mi parecer, de lo que ha sido este año en cuanto a series surcoreanas, aunque también hablaré un poco de jdramas.

 


LAS MUJERES SON GUERRERAS

Si el 2023 fue un gran año para las actrices surcoreanas, y nos dio un buen número de personajes femeninos complejos y poderosos, en este 2024 las mujeres han pasado a la acción. Son las villanas de la función como Go Min Si, que interpreta a una psicópata en The Frog, o Park So Dam siendo una juguetona muerte en Death Game.

Son personajes grises, como la sociópata coprotagonista de The Doubt, dándole a la vida la joven actriz Chae Won Bin, o Jeon So Nee que se transforma en un parásito alienígena en Parasyte: The Grey.

Son violentas, como Jo Yoon Soo en Tyrant, una asesina a sueldo sin piedad, o Kim Hye Joon la dueña a la fuerza de la tienda de armas de The Killer Shop.

Son vengativas, manipuladoras y no tienen piedad, como Jeon Jong Seo en el violento saeguk Queen Woo, o Kim Nam Joo en el retorcido makjang  Wonderful World

Son las heroínas como Kim Hyun-Joo en la segunda temporada de Hellbound, donde vuelve a luchar con monstruos humanos y demoniacos, o Lee Honey como la justiciera encapuchada del saeguk fusion Knight Flower.

No tienen que ser salvadas por su compañero de reparto, ellas no son las frágiles compañeras como Kwak Sun Young en Crash, protagonista absoluta de todas las escenas de acción, o Lee Honey y BIBI en The Fiery Priest que reparten de igual manera que su coprotagonista masculino.



 

Yeon Sang-ho NO PARA

Ya sea produciendo, dirigiendo o guionizando.

El director de Train To Busan, ha estrenado tres series este 2024. La segunda temporada de Hellbound, que sigue igual de inquietante y molona que la primera parte; el entretenido thriller The Bequeathed, y la excelente Parasyte: The Grey, una serie que se consigue englobar dentro del universo de Parasyte, un manga, un anime, un film japonés, añadiendo las inquietudes de la sociedad surcoreana dentro de ese submundo, pero manteniendo el espíritu del original, incluso dando pie a su extensión en el material original.

Como ya he comentado en años anteriores, Yeon Sang-ho no es el único cineasta que se ha pasado del cine a la pequeña pantalla, aunque si es quien la está explotando más. Atraídos por los mayores presupuestos de las plataformas occidentales, por experimentar otros medios, por placer, o por tener un proyecto propio que encaja más con el medio televisivo, muchos directores surcoreanos se han pasado al formato episodiaco. Véase Shin Yeon Shick que con Uncle Samsik de Disney se ha estrenado en el medio; Lee Byeong Heon que está compaginando cine y televisión y este año ha estrenado la absurda e inclasificable serie de Netflix, Chicken Nugget; Hwang Dong Hyuk que tenía que volver con la segunda temporada tras el pelotazo de Squid Game; Park Hoon Jung traslado este año el universo cinematográfico de su serie de películas The Witch, a la pequeña pantaya con el kdrama Tyrant; Choi Kook-hee también debuta en televisión con No Way Out: The Roulette; y Park Chan-wook vuelve a occidente con la serie para la HBO, El Simpatizante.

              
MAS DE LO MISMO PERO CON UNOS GRANDES ACTORES.

Muchas veces decimos que no importa lo que se cuenta, sino como se cuenta.

Que se puede trasladar a cómo se dirige o a cómo se caracteriza. Y es que hay otras veces que estamos ante material muy manido, con una estructura muy clásica, que no destaca en nada, salvo por sus actores o por su director.

Este año ha habido unas cuantas series coreanas de este perfil.

Love Your Enemy, con una excelente pareja protagonista, Ju Ji Hoon y Jung Yu Mi, que desprenden talento y carisma por todos los costados. El dramón romántico Tell Me That You Love Me con un Jung Woo Sung que enamora. Los thrillers Black Out y No Way Out: The Roulette, con un sufridor Byun Yo Han y un intenso Jo Jin Woong, respectivamente. O Jeongnyeon: The Star Is Born, cuya temática es fascinante y su reparto femenino es impresionante, pero su estructura y desarrollo es de lo más convencional y desaplacible.


LOS KDRAMAS SIGUEN CONSOLIDANDOSE EN LAS PLATAFORMAS OCCIDENTALES.

Entre las 10 series más vistas de este 2024 de la plataforma de Amazon Prime está el kdrama Marry My Husband, El Juego del Calamar 2 ha vuelto a romper records, y en Netflix cada dos por tres había un kdrama dentro de lo más visto, del TOP TEN, Queen of tears, Hellbount, Love Next Door,

Así pues “la moda” de los kdramas no pasa, estamos en una época dorada, de esplendor, vivimos un dulce sueño y del que parece que no vayamos a despertar pronto.

 

PERO LOS KDRAMAS SIGUEN SIENDO Y SON SURCOREANOS.

La búsqueda de polémica en cualquier situación nunca falta, y los kdramas no se están occidentalizando, ni Netflix tiene la culpa de todo.

Un año donde se han emitido chifladuras 100% coreanas como Chicken Nugget, Crash, Knight Flower, o The Fiery Priest. Donde los makjang pasados de vueltas no sobran, Wonderful World, The Escape of the Seven, Hide, Red Swan,… O series como My Sweet Mobster y su protagonista, Uhm Tae Goo, se convierten en fenómeno cultural y social. Incluso se ha estrenado el remake televisivo de la exitosa película Miss Granny. El juego del calamar tiene una historia y fondo 100% coreano.

Vamos, que no tiene sentido la tontería de que “se hacen varias temporadas”, ya que la OCN lo hacía desde su inicio (incluso este año se ha hecho el remake de la longeva y clásica Chief Inspector), y siempre ha habido series que se dejaban con final abierto, y nunca veíamos segunda temporada, como por ejemplo la serie makjang del 2009, Story of a Man o el thriller de ciencia ficción Circle de 2017.

Tampoco se puede decir que hay menos episodios en cada serie, que o duran menos de una hora, porque la misma OCN así como las plataformas propias coreanas ya han hecho series con menos episodios de lo habitual, e incluso estas hacían episodios de duración más corta, ya fueran de 45 o 30 minutos.

Lo que ha cambiado es la televisión, la sociedad y el espectador nacional, porque los kdramas se hacen por y para los coreanos, y si llega al espectador foráneo, mejor para ellos. Su forma de consumir series, sus gustos y preferencias cambian, como sucedió cuando llegaron los canales privados y los canales de pago, y ahora las plataformas nacionales y occidentales. Algo que ya expliqué en el artículo dedicado a los saeguks, es que la televisión de Corea del Sur va a la par con este género, así como de la historia, la política y sociedad del país.


 LOS JDRAMAS LLEGAN A NETFLIX

Este 2024 ha sido el año de los jdramas en Netflix. Aunque ya se empezó a ver en el 2023, este año ha sido brutal, la llegada de jdramas a la plataforma. Y es que han tardado en despertarse las cadenas japonesas (aunque solo han sido dos cadenas, la TBS y la Fuji TV), pero cuando lo han hecho, lo han hecho a lo grande. No solo han llegado series actuales, de este año, sino clásicos imprescindible como Rookies, Jin y un largo etc.

Y lo mejor de todo es que este 2025 parece que sigue igual, y a principio de año ya tenemos estrenos de series míticas como Galileo, Kurosagi o Bayside Shakedown.

Aún les falta mucho para alcanzar los números de estrenos de las series asiáticas, en cuanto a estrenos de novedades y de producciones propias de Netflix, pero tienen un input que no tienen los kdramas que nos llegan, y es que entre sus títulos nos han llegado clásicos y jdramas de años pasados.

El éxito, el visionado por el espectador medio de estas series clásicas y de los estrenos actuales japoneses, no se encuentran entre los más vistos, no suelen entrar en el TOP TEN, diario, semanal o mensual. Pero, quién sabe cuál puede ser la nueva Alice in Borderland o, aunque coproducción japonesa-estadounidense y de Disney, la nueva Shogun, una de las series más galardonadas de este año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario