Una de las series más interesantes del 2013 fue “Shotenin Michiru no
Minoue Banashi”, algo que ya se podía intuir teniendo en cuenta la
potencia del reparto, en la que nos encontrábamos a varios actores
que suelen involucrarse en producciones de corte más independiente.
Esta historia entre el thriller y el
drama personal es una muy buena propuesta, tanto para los fans de los
J-dramas, por tener un tono ligeramente distinto, como para aquellos
seguidores de la cultura asiática con reservas a acercarse a una
serie de televisión.
Michiru, una joven que trabaja en una
librería de un pequeño pueblo costero, tiene un romance con uno de
los comerciales de una editorial, a pesar de estar prometida a uno de
los chicos del pueblo.
En un arranque de espontaneidad, se va
en pleno turno de trabajo con el comercial hasta Tokyo, mintiendo
tanto a su familia, con la que no van demasiado bien las cosas, y a
sus compañeras en la librería.
Al comercial, que está casado, no le
hace tanta gracia cuando Michiru se queda algunos días más en la
ciudad, con lo que ella busca refugio en el piso de un viejo amigo
del pueblo que ahora reside en la capital.
Allí se da cuenta que uno de los
boletos de lotería que compró para sus compañeras de trabajo es el
premiado con el premio gordo: 200 millones de yens.