martes, 14 de marzo de 2017

Sandglass (1995)



“Sandglass” es una serie surcoreana de 1995 que no solo es una de las series más premiadas y con mayor rating de la historia del país, sino que es considerada de las mejores y más importantes series de la televisión surcoreana (y para muchos es la mejor). Y sin duda, tras verla 22 años después de su estreno, comprendo completamente su relevancia. 
Un melodrama muy crítico social y políticamente, que sirve como un reflejo de la sociedad e historia surcoreana de la época en que se sitúa, una sociedad plagada de corrupción y opresión, dando voz aquellos que claman a plena voz justicia, sin conseguirla. Una serie que no ha perdido ni pizca de su fuerza, trascendencia y calidad.





“Sandglass” es un soberbio, notorio e impecable drama en todos los sentidos: historia, guion, dirección, interpretación, fotografía,… Una serie muy emocional, pasional, realista, intensa y poderosa, una tragedia pura y dura con una gran carga crítica y política con un mensaje descorazonador.
Durante 24 episodios de poco más de 50 minutos de duración, “Sandglass” nos narra una compleja y trágica historia y la relación de tres amigos en uno de los periodos más negros de la historia de Corea del Sur, en la represión social, cultural y política entre los años 70 y 80, época de dictaduras militares en el país. Una serie que representa a toda una generación de surcoreanos, y que refleja su historia, sus vidas, su cultura y la política de la época, tocando temas cercanos, sensibles y controvertidos.

Park Tae-Soo, es un rebelde impulsivo que no sigue las normas sino sus creencias y su corazón, un joven carismático, rudo y errante que por las circunstancias se convierte en un gángster.
Kang Woo Suk es el mejor amigo de Tae-Soo, el sueño de su familia pobre es que se convierta en fiscal. Es el polo opuesto de Tae-Soo, calmado, aplicado y sigue las normas aunque no esté del todo de acuerdo con ellas, es un idealista que aún cree en que la verdad y la justicia prevalecerá.
Yun Hye-rin es una joven independiente, una disidente política que abandona sus comodidades familiares y sociales, al tener creencias y opiniones dispares a su familia, pero aunque lo quiera, nunca las podrá dejar atrás.
La amistad entre los tres, pero sobre todo entre Tae-Soo y Sang-Won, es la fuerza impulsora de este kdrama, y aunque son totalmente diferentes se complementan.

La serie muestra momentos durísimos de represión por parte del régimen dictatorial de los generales Park Chung-hee y Chun Doo-hwan; torturas, campos de reprogramación, chanchullos políticos,… y escaramuzas paramilitares contra movimientos estudiantiles y pro-democracia o simplemente contra ciudadanos inocentes. Pero sin duda de los momentos más estelares, representativos y duros, de la serie (y de la negra historia de Corea del Sur) son los de la recreación de la Masacre de Gwangju (el también llamado Mayo 18), en la que se intercalan imágenes de vídeo de archivos reales, con los acontecimientos que desarrolla de la trama de serie. Esta parte de la serie, estos episodios, son considerados como unos de los momentos más realistas y memorables en la historia de televisión de Corea.



El pico más alto de los datos de audiencia de esta serie fue de 65.7%, siendo el tercer kdrama con mayor porcentaje de todos los tiempos. Se dice que durante los días y horas de su emisión desaparecía la gente de las calles y bares, la gente acudía a casa temprano los lunes, martes, miércoles y jueves, para ponerse delante del televisor a contemplar y vivir las trágicas vivencias de los protagonistas. Algunos lo veían por la historia de sufrimiento, de amor y amistad de los tres protagonistas, y otros por ver, conocer y recordar una parte de la historia del país.

“Sandglass” catapultó al estrellato a los tres protagonistas principales de la serie, Choi Min-Soo (The Blade and Petal, Pride and Prejudice), Ko Hyun-Jung (Dear My Friends, Spring Days) y Park Sang-Won, aun hoy recordados principalmente por estos papeles, aunque han participado en decenas de series y películas de gran éxito y calidad posteriormente. Pero también puso en el punto de mira a otros actores, con papeles más cortos pero igual de importantes como el jovencísimo Lee Jung-Jae ahora una de los actores más importantes de la industria cinematográfica (su última aparición en la pequeña pantalla fue en el 2009 con “Triple”).

Los tres actores protagonistas sin apenas experiencia en roles importantes fueron acompañados por un buen puñado de actores más experimentados y veteranos, como Park Geun-Hyeong o Kim Byeong-Ki, pero a pesar de su casi inexperiencia no se vieron eclipsados por ellos, tanto por sus grandes papeles, muy bien caracterizados y desarrollados, sino porque hicieron unas interpretaciones muy talentosas, carismáticas e intensas. Aunque sin duda quien se llevó los mayores elogios fue Choi Min-Soo con su poderosa presencia y penetrante mirada.
Los actores transmiten mucho, no solo con sus líneas de guion, sino físicamente, con sus gestos y miradas, están extraordinarios en la representación de la angustia emocional que muestran en todo momento.



El director y productor de este kdrama fue Kim Jong-Hak, una de las figuras más influyentes de la televisión del país y uno de los responsable del inicio de la primera “edad de oro” de las series de televisión surcoreanas, que hace unos años por desgracia se suicidio tras el fracaso y los rumores maliciosos de su última producción, “Faith”.

La producción de esta serie fue ardua, se tardó dos años en filmarse, algo inaudito, demostrando la importancia que se le dio a su producción. 
“Sandglass” revolucionó la puesta en escena, con una dirección más cuidada, detallada y cinematográfica, repleta de escenas, momentos y planos de lo más simbólicos y metafóricos. Por medio de estas escenas o planos directos a las expresiones o gestos de los actores, decían mucho más que cualquier dialogo. A destacar por ejemplo la escena de la muerte de la madre de Tae-Soo, ni una sola palabra (solo música pero de fondo para no entorpecer las poderosas imágenes), todo gestos, expresiones, momentos y detalles sutiles y simbólicos. Esta escena es una de las más intensas, potentes, extraordinarias y conmovedoras de la serie y de la televisión surcoreana. 
También cabría destacar los durísimos episodios centrados en Gwangju, tanto los de la masacre como los previos. Aunque es verdad que en “Sandglass”, casi todos los episodios tienen un momento o una escena así de memorable, que perdurará en la memoria del espectador.

En esta serie Kim Jong-Hak volvía hacer tándem con la guionista Song Ji-Na (Healer), tras la exitosa y mítica “Eyes of Dawn” en 1992, considerada por muchos la serie que inició lo como conocemos hoy de las series de tv surcoreanas, fue un antes y un después en la producción, por su historia y por su gran realización. Song Ji-Na colaboró con Kim Jong-Hak hasta en ocho ocasiones, el primero fue “The Last Station” en 1987 y el último en el malogrado “Faith” en 2012.
Tanto “Eyes of Dawn” que está ambientada también en un duro periodo de la historia de Corea, en la colonización japonesa, la segunda guerra mundial y la guerra de Corea, como “Sandglass” tratan temas peliagudos (la dictadura, la guerra civil, la reunificación, la invasión japonesa,…), temas no fáciles de tratar y que no se suele y no se quiere recordar, al tratarse de heridas aún abiertas.


“Sandglass” también es célebre por su banda sonora, por su canción principal rusa titulada Zhuravli (Cranes) del cantautor Joseph Kobzon, una canción realmente triste sobre los soldados soviéticos muertos y perdidos en la guerra. Una canción que encaja a la perfección con los acontecimientos representados en la historia y con el sufrimiento de los personajes, tanto por su melancólico tono, como por su significado, por ser una canción conmemorativa sobre los muertos y las personas que estaban atrapadas en el medio de la tragedia.

“Sandglass” es una serie imprescindible y esencial, no solo para los aficionados de las series asiáticas y surcoreanas, sino en general. Una serie de relevancia absoluta, que por su historia socio-política es idónea conocer y comprender una nación y una sociedad.
Una verdadera obra maestra de la televisión, una experiencia visual esencial si se quiere saber acerca de la historia moderna de Corea del Sur, cultural, social y políticamente.

Puntuación 9.5/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario